July 1, 2019

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Extender como un Au Pair

Llevas poco más de seis meses de tu primer año como au pair y aparece un correo electrónico en tu bandeja de entrada preguntando si estás pensando en extender o no. Después de pensarlo un momento y consultar a todos los que crees que deben tener voz en tu decisión, has decidido extender otros 6, 9 o 12 meses, y ahora estás a punto de embarcarte en la siguiente fase de tu viaje au pair. Pasé por todo este proceso hace aproximadamente 8 meses atrás, y ahora estoy llegando al final del período con mi familia anfitriona de extensión. Mientras reflexiono sobre mi viaje au pair, compartiré contigo algunos consejos y trucos que aprendí en el camino para ayudar a que la transición de tu primera familia anfitriona a la siguiente sea lo más fácil posible para todos los involucrados.

1. Tómate un tiempo para evaluar a tu familia anfitriona actual y sé honesto contigo mismo acerca de por qué mudarte con una familia nueva es la mejor opción para ti.

Aunque la idea de mudarte con una familia nueva sea correcta para ti, asegúrate de haber reflexionado sobre todo lo que tu primera familia anfitriona ha hecho por ti. Considera, por ejemplo, si son generosos con tu tiempo libre, si tienes modelos similares de crianza o si sientes que son tu segunda familia. Identifica también cualquier cosa que no te haya gustado tanto de ellos, tal vez la forma en que los niños son disciplinados o el horario. Crear una lista de las cosas que te gustan y no te gustan basada en la experiencia de tu primer año te ayudará a decidir qué preguntas formular a las potenciales familias anfitrionas durante el proceso de matching . Tal vez tu primera familia anfitriona haya sido perfecta en todos los sentidos, y aún así quieras seguir adelante. Si ese es el caso, es importante que seas honesto contigo mismo acerca de por qué necesitas un cambio. Cualquier razón que tenga sentido para ti es una buena razón, pero saber por qué haces la transición es un paso importante para estar seguro de que te mudarás con una familia anfitriona perfecta para ti.

2. Cuando estés en el proceso de matching, pregunta todo.

Esto también es algo que te dicen que hagas durante tu primera experiencia de matching. Sin embargo, puede ser difícil. La primera vez es desafiante saber qué cosas serán importantes para ti cuando vivas con una familia nueva a miles de kilómetros de casa. Ahora, con un año de experiencia encima, es más fácil saber cuáles son los requisitos que debe tener una familia anfitriona, así como también tus manías y lo que molesta a la familia. Durante el proceso, es importante que seas educado y cortés al plantear temas delicados. Usa tus experiencias del primer año para tener la confianza para hacer todas todas las preguntas aparentemente tontas. Hacer estas preguntas durante el período de matching asegurará que tu período de extensión no esté plagado de todas las pequeñas molestias con las que has luchado anteriormente.

3. De ser posible, ve y visita a tu nueva familia anfitriona antes de mudarte con ellos.

Por supuesto que no en todas las situaciones es posible visitar a tu familia anfitriona nueva antes de mudarte con ellos, pero si puedes, exprésate y haz el esfuerzo. Sea una visita de fin de semana o un día de unas vacaciones en una zona cercana, conocer con anticipación a las personas con las que probablemente vivas después puede ser beneficioso. Esto demuestra tu voluntad de ir más allá por tu familia y les brinda a los niños la posibilidad de conocerte un poco, lo que significa que cuando finalmente te mudes no serás un extraño en su casa. También será una buena oportunidad para que observes por anticipado cómo los padres hablan, elogian y disciplinan a sus hijos. Esto te brindará a ti una oportunidad más de prepararte para lo que esperan de ti cuando te conviertas en su au pair.

4. La sabiduría viene con la experiencia.

Cuando realices la transición a tu familia anfitriona de extensión ya tendrás una experiencia au pair de un año en tu haber. En los primeros meses con tu primera familia anfitriona, posiblemente hayas dudado de tus habilidades… ¡pero ahora no tienes por qué! Ten la confianza de poner en marcha rápido tu transición y no temas probar el conjunto de herramientas au pair que has desarrollado durante tu primer año con tu nueva familia anfitriona. Asegúrate de discutir con tus padres anfitriones cualquier técnica nueva que quieras probar con los niños por adelantado, y explica lo exitosas que fueron anteriormente. Para las familias anfitrionas, uno de los beneficios de tener una au pair de extensión es la experiencia que ésta trae consigo: pueden estar agradecidos de recibir una perspectiva externa sobre las situaciones de crianza de los niños. Una vez más, es importante abordar los temas delicados de manera educada y amable, pero si consideras que un método nuevo también puede funcionar, vale la pena intentarlo. El conocimiento es poder.

5. Con tu familia nueva tendrás dificultades iniciales similares a las que tuviste con tu familia anterior, pero ahora tendrás mejores estrategias para enfrentarlos.

Acostumbrarse a vivir según las reglas de otra persona, bajo el techo de alguien más, es un desafío. Durante 12 meses, te adaptaste a la forma en que funcionaba tu familia anfitriona, y después de la transición a una familia anfitriona nueva, ahora debes adaptarte a sus horarios y reglas. Eso no siempre será fácil; algunas reglas tendrán sentido y otras no las entenderás, pero saber qué se espera de ti y ejecutarlo lo mejor posible será un buen ejemplo para tus niños anfitriones. No todo irá bien al principio, y como recordarás de un año atrás, adaptarse a una nueva forma de vida puede ser difícil. Sin embargo, utiliza lo que aprendiste de tu primer año para eliminar cualquier rispidez lo antes posible para facilitar la experiencia. La mejor estrategia para hacer frente a cualquier problema desde el inicio es una comunicación abierta y honesta. Asegúrate de plantear cualquier problema inicial con tu familia anfitriona y LCC de manera oportuna, ya que esto les demostrará que te importa e intentas hacer la vida más fácil para todos.

6. No compares a tus familias anfitrionas.

Puede ser más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, cada familia anfitriona tendrá sus pros y sus contras, y tú puedes quererlos a todos. En el día a día de la vida au pair es fácil empantanarse en las pequeños disgustos de la rutina diaria, mientras miras atrás y ves tu experiencia pasada color de rosa. Es importante, sin embargo, recordar que cuando reflexionas estás mirando el cuadro completo y bloqueando los momentos en los que enfrentaste dificultades. Cada familia anfitriona es especial a su manera, y en el momento puede ser fácil comparar a tus familias anfitrionas. Recuerda que las dos te han brindado la oportunidad de vivir tu sueño y han contribuido a que seas la au pair exitosa que eres hoy.

7. No abrumes a tu nueva familia anfitriona con historias de tu familia anfitriona anterior.

Quizás hayas tenido el año más maravilloso de tu vida con tu familia anfitriona inicial. Sin embargo, debes tener en cuenta que tu familia anfitriona de extensión no los conoce. Al principio es difícil no empezar las frases con “En mi última familia anfitriona…” o “Mi último niño anfitrión…”, pero es crucial que le demuestres a tu nueva familia anfitriona que estás dispuesto a generar recuerdos maravillosos con ellos en vez de sólo compartir experiencias increíbles sobre tu primera familia anfitriona. Por supuesto, no estoy diciendo que no debas decirles nada sobre tu primer año como au pair, sino que debes ser cuidadoso con la forma en que compartes tus experiencias anteriores con ellos.

8.No suprimas a tu antigua familia anfitriona.

Tras pasar 12 meses generando vínculos con tu primera familia anfitriona, es importante no abandonarlos y seguir adelante. Ellos saben que todavía estás en Estados Unidos y te alegras ampliando tus horizontes, pero aún te quieren y desean saber cómo estás. Cuando sea posible, recuerda enviarles tarjetas de cumpleaños a tus anteriores niños anfitriones. Envíales mensajes de texto o haz vídeo llamadas de vez en cuando, o regresa para visitarles. No pases por encima ni desvirtúes la autoridad de su nueva au pair, pero asegúrate de que tu primera familia anfitriona sepa cuán agradecido estás por todo lo que han hecho por ti. Es casi imposible vivir tan cerca de la gente un año y cortar todo lazo de inmediato: puede resultar difícil especialmente para los niños. Para ti, los niños fueron una parte de tu experiencia… pero para ellos, durante un año entero, tú fuiste todo. Así que aunque no sea en tu beneficio, mantente en contacto con ellos y tus antiguos padres anfitriones estarán agradecidos siempre por el amor y la alegría que llevaste a su hogar.

La transición de una familia anfitriona a otra trae consigo un nueva serie de desafíos y soluciones, pero es mejor adentrarse en la experiencia estando lo más preparado posible. Como todo en la vida, ser un au pair de extensión tiene mucho más que ver con el viaje y con hacer que tu experiencia sea exitosa que con el destino. Si te tomas el tiempo de forjar una transición positiva para todos los involucrados, tendrás otra experiencia au pair inolvidable.